El Gran Premio de Bakú siempre ha sido sinónimo de drama y tensión, y este año no fue la excepción. Para que se hagan una idea, este circuito es conocido por sus largas zonas de DRS, donde los coches pueden adelantar con relativa facilidad, y por la famosísima zona del Castillo, tan estrecha que los pilotos atraviesan ese tramo prácticamente conteniendo la respiración. Aunque esta edición fue la carrera más "limpia" de Bakú hasta la fecha, eso no significa que faltara emoción ni sorpresas. De hecho, podría decirse que fue una de las carreras más impredecibles de toda la temporada 2024.

La primera gran tragedia del día le ocurrió a Yuki Tsunoda. Por segundo Gran Premio consecutivo, el japonés tuvo que abandonar. Y es que las cosas empezaron mal desde el principio para él. Salía desde la undécima posición, un buen lugar considerando que había logrado clasificar por delante de su compañero de equipo, Daniel Ricciardo. Sin embargo, todo se desmoronó cuando Lance Stroll lo golpeó durante la salida, destrozándole el pontón delantero. Fue un duro golpe, ya que parecía que Tsunoda tenía potencial para una carrera decente. Pero, finalmente, su equipo decidió retirar el coche, y para colmo de males, Stroll también terminó retirándose después de una carrera desastrosa. A seis vueltas del final, un pinchazo y problemas con los frenos lo condenaron.

El momento más impactante del Gran Premio fue sin duda el accidente entre Checo Pérez y Carlos Sainz. Fue una de esas situaciones en las que puedes ver cómo se avecina el desastre desde lejos. Pérez, que salía cuarto, justo por delante de su compañero Max Verstappen, estaba en una excelente posición. Mientras tanto, Sainz partía desde la tercera posición. Durante la carrera, Checo logró adelantar al Ferrari de Sainz y mantener un ritmo impresionante que lo colocaba en la pelea por el podio. Sin embargo, Sainz luchaba más con la gestión de neumáticos y, aunque parecía que su día no sería tan brillante, cuando los líderes empezaron a pelear entre ellos, ambos pilotos se acercaron peligrosamente. En la curva 2, Sainz intentó un adelantamiento sobre Pérez y... ¡bum! Ambos terminaron estrellados contra el muro. ¿De quién fue la culpa? Aún hay debate entre los aficionados, pero si uno presta mucha atención, Sainz cargaba con más responsabilidad en ese accidente.

Y por supuesto, la carrera nos dejó muchos más momentos para comentar. Valtteri Bottas tuvo un día difícil, especialmente debido a una estrategia poco acertada de su equipo. Sin embargo, su compañero Zhou Guanyu sorprendió con una de sus mejores actuaciones recientes, terminando por delante de Bottas y consolidando su progreso en la temporada. Daniel Ricciardo también tuvo problemas, mientras que Pierre Gasly, a pesar de haber sido descalificado en la clasificación, logró remontar hasta la duodécima posición, demostrando una vez más su habilidad para sobreponerse a las adversidades.

El equipo Haas también vivió su propia montaña rusa. Nico Hülkenberg estuvo cerca de sumar puntos, pero su carrera terminó en desgracia cuando golpeó el muro en las últimas vueltas. Sin embargo, su compañero de equipo, el joven debutante Oliver Bearman, aprovechó la situación y, en su segunda carrera en la Fórmula 1, consiguió puntuar al finalizar en décima posición. ¡No está nada mal para alguien que apenas está empezando en la categoría!

Lewis Hamilton, por su parte, también tuvo un día complicado. Salió desde el pit lane y pasó la mayor parte de la carrera peleando con el aire sucio y la gestión de los neumáticos. Pero, gracias a los abandonos de otros pilotos, consiguió remontar hasta la novena posición, sumando un par de puntos que seguramente le sabrán a gloria después de una carrera tan difícil.

Williams fue uno de los equipos que más destacó. Franco Colapinto, en apenas su segunda carrera en la Fórmula 1, tuvo una actuación sobresaliente y terminó en la octava posición, consolidando un inicio prometedor en la categoría reina. Y su compañero, Alex Albon, tampoco se quedó atrás. Con una estrategia alternativa, logró terminar en séptimo lugar, demostrando que Williams está volviendo a ser competitivo.

Por supuesto, Fernando Alonso no podía quedarse fuera de la conversación. El asturiano, con un Aston Martin que no parecía estar a la altura para luchar por puntos, hizo lo que mejor sabe hacer: sacar petróleo de una situación complicada. Alonso terminó sexto, sumando puntos valiosos para su equipo y reafirmando su reputación como uno de los pilotos más inteligentes y talentosos de la parrilla.

Delante de Alonso, Max Verstappen y Lando Norris protagonizaron una intensa batalla. Verstappen no tuvo su mejor día, sufriendo durante toda la carrera, y finalmente Norris logró adelantarlo para acabar cuarto. Mientras tanto, George Russell, con un poco de suerte tras el accidente entre Pérez y Sainz, heredó la tercera posición, asegurándose un lugar en el podio.

¿Y quién fue el gran ganador del día? Nada menos que Oscar Piastri. El piloto australiano de McLaren se llevó la victoria tras una carrera impecable, resistiendo la presión tanto de Charles Leclerc como de Checo Pérez. Esta fue la segunda victoria de Piastri en la temporada, y gracias a su actuación, McLaren ahora lidera el campeonato de constructores, una hazaña impresionante para el equipo británico.

En resumen, fue una carrera para el recuerdo, llena de emoción, drama y sorpresas. Mis pilotos del día son, sin duda, Oscar Piastri, Fernando Alonso y Franco Colapinto, con una mención especial para George Russell y Alex Albon. ¿El premio al despiste? Definitivamente para Lance Stroll, por su caótica carrera. ¡Esperemos que las próximas citas del calendario mantengan el mismo nivel de espectáculo!