La carrera de ayer se consolidó como uno de los eventos más memorables del calendario de la Fórmula 1. La deslumbrante ciudad de Las Vegas, con su lujo y energía vibrante, se ha establecido como el escenario perfecto para ofrecer emociones intensas y sorpresas que mantienen a los fanáticos al borde de sus asientos. Con la temporada 2024 llegando a su fin, la ciudad cerró la gira americana con un espectáculo que quedará grabado en la memoria colectiva.
El día comenzó con una dosis de incertidumbre. La sanción a Valtteri Bottas por cambios en su unidad de potencia y el impactante accidente de Franco Colapinto durante la clasificación añadieron un toque de suspenso. Sin embargo, el joven piloto argentino superó el susto y, a pesar de partir desde el pit lane, su presencia en la parrilla representó una pequeña victoria personal tras el incidente del día anterior
La clasificación estuvo llena de sorpresas. George Russell, demostrando un ritmo imparable durante todo el fin de semana, consiguió una brillante pole position para Mercedes. Ferrari dejó una impresión sólida, mientras Pierre Gasly sorprendió al conseguir un lugar destacado en la parrilla. Max Verstappen, habitual líder, arrancó desde la quinta posición, lo que generó grandes expectativas sobre si podría asegurar el título mundial en esta carrera.
El inicio del Gran Premio transcurrió de manera tranquila y estratégica, un claro contraste con el caos vivido en la edición anterior. Russell defendió su posición inicial con determinación frente a un agresivo Carlos Sainz, mientras que Charles Leclerc, con astucia y precisión, ascendió al segundo lugar con una maniobra impecable. Detrás de ellos, Verstappen y Lando Norris mantuvieron sus posiciones, mientras las primeras vueltas revelaban un ritmo prometedor por parte de Ferrari.
El duelo entre Russell y Leclerc marcó el ritmo de la carrera. Aunque Leclerc intentó adelantar en varias ocasiones, Russell mantuvo una defensa impecable que le permitió construir una ventaja estratégica. Por su parte, Verstappen inició su ascenso, superando a Gasly para colocarse en el cuarto lugar. Las estrategias de neumáticos empezaron a jugar un papel clave, con paradas tempranas que reflejaron el desgaste acelerado en la pista.
Verstappen optó por extender su primer stint hasta la vuelta 12, una decisión que resultó ser acertada, ya que al salir de boxes logró adelantarse a ambos Ferrari y colocarse en una posición ventajosa. Sin embargo, no todos tuvieron la misma suerte: Gasly y Alex Albon se vieron obligados a abandonar por problemas técnicos, mientras que Lewis Hamilton brillaba con una impresionante remontada desde las últimas posiciones de la parrilla.
En la fase intermedia de la carrera, Hamilton se destacó con una actuación brillante. Superó a Norris y protagonizó una feroz batalla con los Ferrari, aprovechando una estrategia perfectamente ejecutada que lo llevó al segundo puesto, detrás de Russell. Mientras tanto, Verstappen comenzó a ceder posiciones ante el regreso de Sainz y Leclerc, quienes finalmente completaron el podio. Sin embargo, el neerlandés aseguró la quinta posición, suficiente para coronarse tetracampeón mundial.
Uno de los momentos más impresionantes fue protagonizado por Checo Pérez, quien ejecutó una maniobra espectacular al adelantar a Liam Lawson y Kevin Magnussen en un solo movimiento. Aunque su esfuerzo le permitió finalizar en décima posición, logró sumar un punto crucial para Red Bull en un fin de semana complicado. Por otro lado, McLaren dejó mucho que desear, con un rendimiento muy por debajo de las expectativas.
La victoria de George Russell coronó una actuación perfecta, desde la clasificación hasta la bandera a cuadros. Hamilton, al finalizar en segundo lugar, demostró que sigue siendo una figura clave en la Fórmula 1, mientras que Sainz completó el podio, brindando a Ferrari razones para celebrar.
El Gran Premio de Las Vegas fue un verdadero espectáculo, lleno de emoción, estrategias bien ejecutadas, maniobras arriesgadas y una coronación histórica para Verstappen. Aunque no alcanzó el nivel de euforia del año anterior, la carrera superó las expectativas, consolidando a Las Vegas como uno de los destinos más emocionantes del calendario de la Fórmula 1. Este evento será recordado no solo por su gran intensidad, sino también por su relevancia en el desenlace del campeonato.
No obstante, Las Vegas cumplió con su promesa, ofreciendo un gran espectáculo y reafirmando su lugar como una de las principales citas del calendario de la Fórmula 1.